jueves, 15 de febrero de 2007

Girar la vida

Uno puede andar a una velocidad de 25 horas en un día de 24. De una patada voltear cualquier pared. Correr con la máxima resistencia cualquier sueño. No descansar. Agotar la mente. Agotar la voz. Agotar la vista. Estar acá y al rato allá. Planear. Tener todo bajo control. Y como un rayo de hielo te cae el cambio en la hora 25 y te parte la cabeza en dos.
Te frenas. Inmóvil. La velocidad de antes te estaba llevando por un camino sin final. Todo sigue corriendo como antes: 25 horas en días de 24. Pero vos no estás montado en ese tiempo. Tu tiempo es otro.
Un cambio que te gira la cabeza 180°. Puede ser que estaba reposando desde hace un tiempo dentro tuyo solo que no existía la voluntad por salir: Expresarse.
Expresarte.
Es que nadie puede ser esclavo de su identidad, cuando surge una posibilidad de cambio hay que cambiar. Variar. Mutar. Ser y seguir siendo para volver a ser.
Esta el que se conformo con lo que tiene. A falta de pan bien están las tortas ¿Y qué?.
Porque la voluntad duerme durante 24 horas y a las 25 se despierta y nosotros la dopamos. A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.
Entonces que no te asombre ese rayo de hielo partiéndote la cabeza. Pero no te drogues con el conformismo de la rutina. El cambio existe. No afuera sino adentro. No mañana sino ahora.
Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo. Y el rayo te partió en dos pero vos te volviste a drogar.
¿Cómo anda tu vida?, pregunté.
Igual que siempre.

No hay comentarios: