lunes, 12 de febrero de 2007

Cerebro de Silicona

¡Vení!. Sentate. Toca mi piel. Observa mis acciones. ¿Escucha lo que digo? Entendé lo que pienso. ¿Diferente? Diverso, distinto. ¿Residuo? ¿Patas pa´ arriba, cabeza pa´ abajo?

¿Mancha fluo en una hoja cuadriculada Rivadavia?

¿Chapita?. Chapita sinónimo de “loca”. Loca describe a quien perdió la razón. Quien perdió la razón es poco juicioso. Quien es poco juicioso no tiene cabida en esta sociedad que sinceramente: ¡No entiendo¡.

¡Ayúdame a “Ser Sociedad”!. Quiero ser uno más del resto.
Quiero empezar a sentir la necesidad suprema del narcisismo para tener el mismo ideal que los otros. ¡Quiero ser como ellas!.

Deleitarme con mis pechos, ahora rellenos de silicona transparente, estampados como dos limones duros y perfectos en mis medidas 90-60-90.

Enséñame como puedo hacer para soportar sesiones de camas solares diarias y no sentirme carne chamuscada. Hay que superar cualquier obstáculo pensando sólo en el objetivo: “Voy a estar bronceada en Julio”. “Voy a estar bronceada en invierno”.

¿Rellenarme también los labios de silicona?. ¿Y lo natural?. Lo natural aburre, lo artificial es perfección. Una boca que desborde átomos de silicio, hecha de caucho totalmente desfigurada en tamaño, ocupando la mitad de la cara hasta el punto tal que te duelan los músculos cada vez que cerrás o abrís la boca. Igual al resto.

Buscá un cuerpo perfecto sin error de dibujo alguno.

Subite a la cúspide de lo ¡FaShIoN! con tus uñas esculpidas. Sujétate de la pared para trepar hasta arriba. Ayúdate con tus botas altas color beige, y empujate con los tacos de 60 cm.
Tu culo es liviano, no pesa, tiene sólo silicona y forma aerodinámica, puede ser que te ayude a subir hasta lo más alto. Eso sí, cuidado con tus pechos: ¡Que no se revienten!.
Que el pelo no se te ensucie porque está recién: decolorado, teñido, frisado, planchado, enrulado, alisado, retocado con un baño de crema para darle un aspecto de naturalidad.

Y una vez que llegues a la punta de la pirámide quiero que te golpeés la cabeza contra el piso un par de veces para que puedas razonar como el resto también.

Cuando quedés bien atontada avísame que te explico quiénes somos.

¡Ya está!.

Ahora sentate y memoriza.
Esta es nuestra sociedad, una manada de gente que se burla de todo y emite sonidos parecidos a un zoológico pero con animales brutos, suponemos que todavía no perdieron el habla. Son personas embrutecidas. No es culpa de ellos, sino efecto del esporádico y lento proceso que hizo la TV. comiéndose a la gente que pensaba.

Para poder entender mejor quiero que te sientes frente a la televisión. Mantené los ojos abiertos 24 horas seguidas. Quiero que peleés si es necesario por el poder del control remoto. El que lo tiene puede sentir el “poder” deleitable de elegir.

¡No hables!.¡No camines!. ¡No comas!. ¡No leas!. ¡No te bañes!. ¡No dibujes!. ¡No escribas!. No observes, no hagas nada de nada. Sólo mira. Si observas pensás. Acá tenés solamente que mirar y cuidar del control remoto. Pegalo a tu brazo con cinta adhesiva, hacelo parte de tu cuerpo.

¿Ídolos?. ¿Me preguntás por nuestros héroes?. Los tenemos, obvio que sí. Es más, no sólo existen sino que son reales y los podés ver todo el día seguido a través de Direct TV.

Hijos de la sociedad, nacidos por algún orificio maternal del televisor. Decadencia real que atrapa y te empuja a observarlos.
Héroes rasqueteados desde lo mas bajo. Cuanto más decadentes mas se elevan como globos con gas.

¿Cómo los definiría?. Mitad dioses, mitad animales, lo leí en el cuento de Gilgamesh.
Para qué superarse si estos héroes no son de gloria. Actos heróicos de cuerpos inertes y aburridos que van de la cama a la mesa, se manosean un poco para no perder el instinto reproductivo, y vuelven a la cama. Héroes del menor esfuerzo.

Sociedad con héroes de la nada representados por inútiles que ordeñan vacas. ¡Arriba las manos Campeones!... estúpidamente gritó Soledad Silveira este sábado pasado.

¿Y qué pasa con el chico que trabaja? ¡Que importa!
¿Y el que estudia? ¡Que imbécil!
¿El que lee? ¡Que nerd!

¡Vení!, Quedate tranquila. Acoplate a la sociedad de la silicona cerebral. ¡Vas a sentirte SUPER bien!

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